La energía geotérmica es aquella que se puede obtener aprovechando el calor que se presenta en el interior de la tierra. Nuestro planeta aumenta su temperatura según se va profundizando y cuando se realizan perforaciones profundas, se puede llegar a capas freáticas en las que el agua está muy caliente. A veces asciende por sí mismas, por causas naturales, en forma de vapor o de agua, originándose géiseres y fuentes termales.
Los progresos de los distintos métodos de perforación han permitido aprovechar las ventajas de la geotermia, como se está haciendo en varios lugares del mundo. Se puede decir que existen tres tipos de yacimientos geotérmicos, como son de agua caliente, secos o géiseres. En el caso de los de agua caliente, ésta puede formar una fuente, aprovechada desde tiempos muy antiguos como baños termales, o ser subterránea, contenida en un acuífero. Respecto a los yacimientos secos, se trata de materiales rocosos calientes a los que se inyecta agua perforando y se recupera caliente por otro conducto.